Había una persona que se llamaba Amor, era simpática y alta. Un día se le cayó un bote de pintura azul y fue al médico y lo probaron todo pero no se iba. Fue a la tintorería se metió en una lavadora pero no se iba...
Fue a la tienda donde había comprado la pintura y le dijeron que se diese una ducha pero no funcionó. Vivió ocho años con la pintura. Un día se fue a la playa y se metió al agua y se le fue la pintura y esa ploaya fue para siempre azul.
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